La matanza de delfines en Francia
Sea Shepherd lanza la Operación Dolphin ByCatch (el término inglés “bycatch “refiere a la captura accidental de especies que no son el objetivo principal de un proceso de pesca. Esta captura representa la amenaza más seria para delfines, marsopas y ballenas), para alertar al público sobre la situación de los delfines a lo largo de la costa francesa.
Desde enero hasta marzo, una media de 6.000 delfines es asesinada cada año en la costa occidental de Francia a manos de los grandes arrastreros industriales y barcos pesqueros emparejados (con redes extendidas entre dos barcos arrastreros). Esta cifra podría alcanzar los 10.000 delfines muertos según el Observatorio Pelagis, con base en La Rochelle. Son más delfines que los que son asesinados anualmente en las danesas islas Feroe (unos 900) y en la cala de Taiji, Japón (entre 1.000 y 2.000). En sus intentos desesperados por escapar de la red, los delfines llegan a romperse la espalda y el morro.
Los arrastreros franceses pescan mayoritariamente lubina en las zonas de cría durante su temporada. Esta práctica no solo amenaza a las poblaciones de lubina si no que es mortal para los delfines atrapados y que se ahogan en las redes, como pesca accidental. Mientras patrullaba la meseta Rochebonne este fin de semana, el barco de Sea Shepherd Bob Barker ha filmado a los arrastreros Jeremi Simon y Promethée tirando de sus redes con dos delfines atrapados en ellas. Uno de los delfines parece haberse ahogado mientras que el otro, aún vivo, emitía silbidos de angustia que se pueden escuchar en el vídeo. En vez de descartar los delfines y devolverlos al agua ante la tripulación de Sea Shepherd, los dos delfines fueron subidos a bordo de los dos barcos. Esta escena macabra se repite cada noche, durante todo el año a lo largo de la costa francesa, con mayor actividad entre enero y marzo.
De todo lo que se pesca, un 40% de las capturas mundiales son no deseadas. La pesca de arrastre es en gran medida culpable de esta cifra, que además puede destruir los fondos marinos.
¿Desaparecerán del todo los delfines de las aguas costeras de Francia?
El Observatorio Pelagis ha estado publicando informes alarmantes sobre el declive de poblaciones de delfines durante varios años sin que se les haya hecho caso. En un informe del 2016 firmado por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), por Pelagis y por la Universidad de La Rochelle, se muestra claramente como la mortandad de delfines provocado por los barcos de pesca ha puesto en peligro la supervivencia de la población a medio plazo. Los mamíferos marinos son particularmente vulnerables debido a su lento ritmo de fertilidad y su alta sensibilidad ante la contaminación plástica y química además de la escasez de comida por culpa de la sobrepesca. Por tanto, es urgente que se tomen medidas inmediatamente para protegerlos, aun así, el estado francés no ha respondido a los avisos de la comunidad científica sobre el tema, mientras que los pescadores implicados están abusando de la ignorancia de la población sobre este tema.
El viaje infernal de los delfines capturados
Los delfines viven mayoritariamente junto a las lubinas que son atrapadas en las redes de pesca, redes que indiscriminadamente capturan todo los que se cruzan en su trayectoria. A partir de ahí solo les espera una muerte agónica, al ahogarse los delfines atrapados en la red. Cualquier delfín que es pescado con vida suele morir debido a las heridas infligidas por los pescadores a bordo de los barcos. Los cadáveres que habitualmente varan en las playas francesas muestran fracturas, colas y aletas rotas, y profundas incisiones en su piel debido a las redes.
Evidencias físicas de enredamiento en redes y equipo de arrastre: heridas profundas en la cabeza y el cuerpo; severos daños en napias (nariz), aletas, colas causadas por pescadores que usan hachas para sacar a los cetáceos de las redes, algunos mientras aún viven; severas heridas internas que incluyen órganos aplastados; heridas punzantes que les hacen los pescadores para que los cuerpos se hundan; una técnica recientemente desarrollada es decapitar al animal, a veces mientras aún vive, cuando se meten y tapan el ducto por donde pasan los peces.
Informes con intenciones opacas sobre el número de capturas accesorias «incidentales”
Para los científicos todo apunta a la pesca de arrastre industrial a gran escala como la causa principal de la muerte de miles de delfines hallados en las costas del Reino Unido y Francia. Investigadores británicos y franceses dicen que el número de delfines muertos ha alcanzado un nivel no visto en 14 años. En los primeros meses de este año, llegaron muertos a las playas del sudeste de Inglaterra y lo largo de la costa atlántica de Francia más de 1.000 delfines.
Aunque los medios de comunicación locales han descrito las muertes como un misterio, muchos científicos acusan a la pesca de arrastre industrial a gran escala.
Los delfines, como cualquier otro mamífero marino, pueden morir por multitud de razones, incluidas la contaminación, las enfermedades y la hambruna, pero el súbito repunte en el número de muertes ha llevado a los científicos a pensar que los arrastreros puede que tengan algo que ver.
Durante los últimos 27 años, la activista por la fauna silvestre Linfy Hingley ha registrado cientos de incidencias de delfines, marsopas y ballenas muertas en el condado de Devon, en el sudoeste de Inglaterra. Hace más de una década, Hingley y otros investigadores advirtieron un repentino aumento en el número de delfines que llegaban muertos a las playas. Tras meses de investigación y multitud de necropsias, los científicos atribuyeron gran parte de la mortandad al arrastre en pareja en el Canal de la Mancha, método pesquero que consiste en dos arrastreros arrastrando entre ellos una red gigante por el fondo marino. Los delfines aprovecharían para comer los bancos de peces en la entrada de la red sin saber que ellos también estaban a punto de caer en la red de un kilómetro de largo. La práctica es tan dañina que los pesqueros británicos tienen prohibido el arrastre en pareja en aguas británicas, aunque la restricción nunca se ha extendido a buques extranjeros.
“Accesorias” es un término no descriptivo que se utiliza para describir la hecatombe de delfines que tiene lugar cada año a lo largo de las costas francesas, una matanza que tiene lugar bajo una opacidad resguardad y total. De hecho, aunque la ley exige que los pescadores declaren sus capturas de delfines, en la práctica el Estado no ha designado ningún ente que reciba y regule estos datos. Este vacío previene que se contabilice la mortalidad infligida sobre los mamíferos marinos por parte de los arrastreros. El Observatorio Pelagis está capacitado y cualificado para recibir estos datos, pero no ha obtenido el permiso para poder hacerlo. Es más, no se han destinado fondos para implementar técnicas más selectivas de pesca, aunque estos fondos existen. La pesca industrial está subvencionada en gran cantidad por Francia, pero reducir la mortandad de delfines no es una de las prioridades de la política pesquera del estado.
No hay indicios de ninguna contaminación masiva o enfermedad,” decía Ruth Williams, directora de la organización Cornwall Wildlife Trust. Hingley y Williams dicen que las grandes pesquerías se niegan a cambiar sus métodos de arrastre, a pesar de estar disponible la tecnología que asegura que los delfines y otros mamíferos marino no caen en las redes.
Dispositivos acústicos de disuasión
Los dispositivos acústicos de disuasión emiten un ruido acústico aleatorio submarino que los defines y las marsopas pueden oír y puede colocarse fácilmente en las redes, permitiendo a los animales marinos “ver” la red submarina y evitarla, explica Williams.
Cornwall Wildlife Trust dice que el estudio de un dispositivo en particular, el “banana pinger” reduce el riesgo de captura accidental en la red en un 86 por ciento.
El problema de la captura accidental es incluso peor en Francia, donde los investigadores han registro 800 delfines muertos en la Golfo de Vizcaya en menos de un mes.
Tras las autopsias realizadas, la bióloga marina Helen Peltier ha estimado que el 80 por ciento de los delfines mostraban evidencias de haber caído en una red de arrastre y cree que el número real puede llegar a ser hasta cinco veces mayor.
“Usamos un modelado de predicción para encontrar la causa probable de la muerte en el mar y corregir estos números ante la probabilidad de hundirse, y lo que vimos es que en realidad 800 muertes representan 4.000 animales muertos en el mar,” dice Peltier, de la Universidad de La Rochelle.
Los activistas se quejan de que Bruselas solo ha impuesto prohibiciones temporales al arrastre en pareja, mientras que otras legislaciones pesqueras han sido suavizadas.
Pero con la tecnología de bajo coste que tiene la capacidad de reducir la captura accidental de mamíferos marinos, los ambientalistas esperan que la cantidad de delfines muertos se restablezca a unos niveles razonables.
“Los delfines son una parte crucial del ecosistema marino. Son máximos depredadores y sin ellos, no sabemos lo que le ocurrirá al ecosistema.”
“No podemos permitir dejar morir depredadores en estas cantidades enormes,” dice Williams.
Si un individuo común llevara a cabo estos actos de barbarie, el proceso legislativo aseguraría que éste fuera castigado. Sin embargo, parece que la industria pesquera está por encima de la ley. El problema de la captura de cetáceos no es del tipo que no podemos solucionar. Existen medidas que se pueden tomar para reducir significativamente la cantidad de muertes innecesarias.
Muy poco están haciendo los Estados Miembros de la Comunidad Europea para reducir el nivel de la captura accidental de cetáceos. Todos los países se culpan entre sí. Cada Ministro de Pesca culpa a otros y “alienta” a sus propios pescadores a tomar medidas para reducir la captura accidental de cetáceos. Por lo tanto, la Política Europea de Pesca Común podría ser enmendada para incorporar las medidas de mitigación de la captura accidental de cetáceos, con estipulaciones explícitas en la ley europea. Ahora es cuando los ciudadanos de la Comunidad Europea debieran exigir estos cambios, con el fin de reducir la cantidad de cetáceos que mueren innecesariamente cada año en aguas europeas.
¿Cómo se pueden salvar a los delfines franceses?
La presidenta de Sea Shepherd Francia, Lamya Essemlali, ha hecho un llamamiento al Estado Francés para:
1/ Prohibir a los barcos arrastreros pescar lubina en zonas de cría. Francia concede autorizaciones para pesca particularmente destructiva en áreas sensibles, pero, a la vez, no aplica medidas de vigilancia adecuadas
2/Establecer mejor control de la pesca y efectivamente prevenir la venta de peces juveniles. Francia ya ha sido multada varios millones de euros por su permisividad a la venta de pescado por debajo del tamaño legal, prohibido por la Unión Europea con el objetivo obvio de conservar las poblaciones.
3/Finalmente, designar a una organización (como Pelagis) para que reciba los datos relacionados con la captura accesoria de delfines en los aparejos de pesca.
Lo que puede hacer la población en general:
1/ Comer menos pescado.
2/ Evitar completamente los peces bajo tamaño legal.
3/ Boicotear el pescado derivado de la pesca de arrastrera, centrándonos exclusivamente en pescado derivado de la pesca de caña.