Se prohíben los shows y terapias con delfines en la Ciudad de México
La Asamblea Legislativa de la Ciudad de México aprobó, el 1 de agosto de 2017, por unanimidad, reformas que prohíben el uso de delfines y otros mamíferos marinos en espectáculos públicos y privados, así como en actividades con fines de terapia y de investigación científica.
Las reformas prohíben el uso de mamíferos marinos de cualquier especie en actividades de exhibición, manejo, entretenimiento, terapia y de investigación científica, además de presentarlos en espectáculos públicos o privados, incluyendo los espectáculos a domicilio o itinerantes, informó la Asamblea en un comunicado.
Una prohibición que deja a fuera a los establecimientos comerciales “Acuarios” que ofertaban momentos terapéuticos y ocio con los delfines, que al ser capturados sufren por ser apartados de su hábitat, además del maltrato al cual son sometidos bajo condiciones no óptimas para su estancia en el establecimiento.
Integrantes de las Comisiones Unidas de Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio Climático y de Administración Pública Local, argumentaron que con el dictamen aprobado se busca terminar con el maltrato a todo tipo de especie marina.
“Prohibir los delfinarios en nuestra ciudad significa un gran avance en materia de educación y legislación respecto a los derechos de los animales”, dijo la Dra. Leonora Esquivel, fundadora de AnimaNaturalis Internacional. «Por fin nuestro país está actuando como una nación de este siglo, rechazando los espectáculos que causan inmenso sufrimiento a los animales».
La ley estipula que la cría en cautividad queda absolutamente prohibida. También queda vedado cualquier contacto directo entre humanos y animales marinos cautivos, por lo que aquella publicitada práctica de “nadar con delfines” ya no será permitida.
¿Qué va a suceder con los animales?
Con base en el ARTÍCULO SEGUNDO TRANSITORIO DEL DICTÁMEN, los establecimientos dedicados a la celebración de espectáculos con cualquier especie de mamíferos marinos, contarán con un plazo mínimo de 3 meses hasta seis meses después de la entrada en vigor del presente Decreto para evaluar a los ejemplares y resguardarlos con base a la normatividad vigente que para tales efectos determine la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, o bien trasladarlos a santuarios que tengan manejo de mamíferos marinos, previo estudio de la reubicación de ejemplares, en cuyo caso se deberá evaluar el hábitat de destino y las condiciones de los ejemplares, en los términos señalados en la normatividad federal vigente.
SEMARNAT podrá intervenir para que sean trasladados a santuarios que manejen este tipo de cetáceos, como lo hizo la PROFEPA en 2014 en el entonces delfinario Atlantis, al decomisar 5 lobos marinos y 3 delfines, con base en el Programa Nacional de Inspección a Delfinarios.
Otro dato importante es que el National Aquarium en Baltimore, Estados Unidos, que cuenta con más de 10 mil especies marinas comenzará a liberar delfines, esperando poder trasladarlos a todos a un santuario junto al mar, para finales de 2020.
También encontramos otros santuarios, áreas marinas protegidas y otras zonas seguras designadas para las ballenas en los océanos y mares del mundo, como el Santuario Ballenero Austral, el IWC santuario en el Océano Índico, la región de Baja California de México y otros santuarios nacionales, así como un santuario de mamíferos marinos de la República Dominicana, que garantiza de conservación para las Ballenas Jorobadas en el Caribe.
En México aún existen unos 27 centros de espectáculos marinos que mantienen en cautiverio a casi 320 delfines.
El primer país que logró prohibir el cautiverio de delfines y ballenas, así como el nado con delfines fue Costa Rica después Hungría, Chile y Croacia; así como en la India, en donde quedó prohibido a nivel nacional tener delfines en cautiverio para realizar espectáculos de cualquier tipo y últimamente Francia, aprueba una ley que estipula que la cría en cautividad queda absolutamente prohibida. También queda vedado cualquier contacto directo entre humanos y animales marinos cautivos, por lo que aquella publicitada práctica de “nadar con delfines” ya no será permitida. Asimismo, se ha sumado a la prohibición de exhibición y cautiverio, la ciudad española de Barcelona.