Personas «no humanas»
Ballenas y delfines son personas por el alto nivel de conciencia de sí mismos que poseen.
Científicos coinciden en que ballenas y delfines poseen suficiente conciencia de sí mismos como para considerarse personas; el reconocimiento de esto podría contribuir a reconocer sus derechos.
Las capacidades intelectuales de los cetáceos han llevado a numerosos miembros de la comunidad científica a buscar el reconocimiento de “personas no humanas” para animales como las ballenas y los delfines.
Si dicha cualidad se origina, sobre todo, en la conciencia de sí mismo que tiene un ser vivo, entonces dichos animales merecen una categorización un tanto más compleja que la que poseen actualmente.
Por poner un ejemplo, hace unos años científicos de la universidad escocesa de Saint Andrews descubrieron que, entre individuos, los delfines utilizan distintos tonos para llamarse entre sí, lo cual sugiere que se otorgan nombres propios con los cuales se distinguen.
Más recientemente, Lori Marino, neurocientífica de la Universidad de Emory, publicó una investigación en la que mostró que el neocórtex de los delfines es de mayor tamaño que el de los chimpancés pero más pequeño que el de los seres humanos, pero muestra una sofisticación similar al de estas especies. Lo importante del neocórtex es que es la parte del cerebro donde se gestan el pensamiento complejo y la inteligencia.
“Los delfines poseen características como la autoconciencia, que antes se consideraba exclusiva de los humanos”, dijo Marino cuando presentó sus descubrimientos.
Habilidades cognitivas como el lenguaje, el aprendizaje y la transmisión de conocimiento entre generaciones distintas han sido comprobadas en los últimos años por Diane Reiss, quien forma parte de la Universidad de Nueva York y ha realizado varios experimentos al respecto.
Esta caracterización cada vez más precisa sobre la capacidad intelectual de estos animales hace pensar que quizá pronto puedan ser reconocidos como sujetos merecedores de ciertos derechos, por lo menos el de la libertad y la protección de su vida.
No solo los simios. Los delfines y ballenas también deben ser tratados como «personas» no humanas, con derecho a la vida y a la libertad, según proponen prestigiosos científicos reunidos en la conferencia anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), la mayor del mundo, que se ha celebrado estos días en Vancouver (Canadá). Expertos en conservación y comportamiento de los animales consideran que estos cetáceos son suficientemente inteligentes para que reciban las mismas consideraciones éticas que los seres humanos, lo que implica poner fin a su caza, cautiverio o abusos. Por este motivo, apoyan la creación de una Declaración de los Derechos de los cetáceos. “La ciencia ha demostrado que la individualidad -la conciencia de uno mismo- no es una característica única del ser humano. Eso plantea todo tipo de retos», dice a la BBC Tom White, profesor de Ética de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles (EE.UU.). Los expertos que están de acuerdo con esta corriente de pensamiento concluyen que, aunque no sean humanos, los delfines y las ballenas son «personas» en el sentido filosófico, lo que tiene importantes implicaciones. La declaración, que originalmente se acordó en mayo de 2010, señala que los cetáceos tienen derecho a la vida, no pueden ser obligados a estar en cautividad ni ser objeto de malos tratos, ni ser retirados de su ambiente natural. De igual forma, no pueden ser propiedad de nadie. La base de todo es que los delfines tienen conciencia de sí mismos, reconocen su imagen en el espejo. Saben quiénes son.
Febrero de 2012