Otros nombres:
Shushuk en Bangladesh
Susu en India
Bhulan en Pakistán
El delfín del Ganges (Platanista gangética), también conocido como delfín gangético y shushuk, es una especie de cetáceo odontoceto de la familia Platanistidae. Es un delfín de río (de agua dulce) de Bangladés, India, Nepal. El delfín del Ganges se halla principalmente en los ríos Ganges y Brahmaputra, y sus tributarios de India y de Bangladesh.
La clasificación del Delfín del Ganges continua siendo acaloradamente debatida en los círculos científicos. Originalmente pensados como la misma especie, el Bhulan del Indas y el Susu del Ganges fueron clasificados como especies diferentes en 1971 debido a las aparentes diferencias en la estructura del cráneo y proteínas sanguíneas. Sin embargo esta especificación nunca ha sido completamente aceptada y actualmente las dos poblaciones son reconocidas como subespecies de la especie Platanista gangética. Aquellas encontradas en Nepal, India y Bangladesh son clasificadas como P.g. gangética, mientras que aquellas encontradas en el Río Indus en Pakistán son conocidas como P. g. minor.
Este delfín posee un pico distintivo largo y delgado con dientes filosos y en punta. Siendo proporcionalmente más largo en las hembras que en los machos, el pico está diseñado para acciones súbitas y rápidas de mordido que le permiten capturar presas veloces. Los dientes son visibles en ambas mandíbulas, aún con la boca cerrada; y en los ejemplares jóvenes son de 25 mm de largo, finos y curvos, con la edad se producen considerables cambios y en los adultos maduros se convierten en discos cuadrados, chatos. La trompa los oculta en su extremo final. Poseen un melón prominente y, a diferencia de la mayoría de las otras especies de cetáceos, las vértebras cervicales no se encuentran fusionadas, lo que brinda gran flexibilidad a su cuello a comparación de otros delfines. Presenta aletas pectorales anchas en forma de remo, un cuerpo compacto, una aleta dorsal triangular y una aleta caudal ancha con extremos terminados en punta. La coloración de la especie es variable, desde marrón chocolate o habano a gris o azul pálido, siendo el vientre más claro que el resto del cuerpo. Los ojos son pequeños, carecen de cristalino y son casi inútiles, aunque de todas formas un sentido muy desarrollado de la visión no sería muy útil en hábitats turbios de estuarios como los que habita la especie. Por lo anterior podrían ser capaces de medir la intensidad y dirección de la luz pero no distinguir formas. Este es un delfín que prácticamente es ciego debido a la alta contaminación del agua del Ganges (recordaremos que en el Ganges se lleva a cabo un rito sagrado hindú en el cual queman a los difuntos para echar sus restos al agua sagrada del Ganges). Debido a este hecho, el delfín del Ganges carece del sentido de la vista (solo puede ver la luz pero no puede diferencia figuras). Para compensar esta falta de visión el delfín del Ganges o Platanista Gangética dispone de un sistema muy sensible de ecolocación (Medida de la distancia de un objeto por el tiempo que pasa entre la emisión de una onda acústica y la recepción de la onda reflejada en dicho objeto) el cual le permite saber las características físicas y distancia que le separa de su presa.
Mientras que otras especies superponen su rango de distribución y con frecuencia son confundidos con el Susu del Indus, es físicamente único y relativamente fácil de identificar en la naturaleza.
Las aletas y la cola son finas y grandes en relación con el tamaño corporal, de cerca de 2-2,2 m en machos y de 2,4-2,6 m en hembras y un peso promedio de 90-100 kg.
El animal registrado más viejo fue un macho de 28 años de 2 m de longitud.
Los ejemplares del Delfín del Ganges, son encontrados generalmente solos o en pares, ocasionalmente en pequeños grupos. Poco se sabe sobre su comportamiento ya que tienden a ser elusivos, de rápidos movimientos y tímidos con las embarcaciones. No son demostrativos ni acrobáticos pero cuando no se encuentran estresados, pueden realizar saltos, aunque es un comportamiento raro. El hábito de P. g. gangética de surfear con su pico y cabeza en ángulo fuera del agua, frecuentemente causa que sea confundido con en Gharial, un tipo de cocodrilo también encontrado en el Río Ganges y sus tributarios. Estos delfines a veces se reúnen en piletones contra-corriente cerca de canales de convergencia, meandros y estructuras construidas por el hombre que causan efectos similares. Estas características probablemente ayuden a concentrar a sus presas.
Aunque algunas especies de delfines pueden moverse con rapidez para capturar sus alimentos, el delfín del río Ganges se caracteriza por moverse más lento que otras especies. Por esta razón, se alimenta de diferentes maneras y siempre permanece más cerca del fondo del río.
Una de las características distintivas de los delfines del río Ganges es su capacidad para adaptarse a los cambios que ocurren en dicho lugar. Por ejemplo, se sabe que los delfines migran hacia las diferentes zonas del río cuando ocurren inundaciones en el lugar. En otras ocasiones, se encuentran más cerca de los canales y los lugares en los que los ríos se unen, con el fin de sobrevivir. Esto depende no solo de la temporada en la que se encuentren, sino también de si el delfín se encuentra viajando solo o en compañía. A diferencia de las especies marinas, los delfines de río son menos amigables y tratan de vivir aislados de los humanos.
La dieta de los delfines del río Ganges incluye una amplia variedad de peces, tortugas y aves que se encuentran alrededor del río. Sus hábitos alimenticios son más variados que los de otros delfines de río.
A esta especie le gusta vivir en las partes más profundas del río, es por ello que tratará de encontrar la mayor parte de su comida en un área similar. Para ello se mantiene nadando sobre la parte más cercana al fondo, de un lado a otro, abriendo su hocico siempre que se encuentre comida cerca.
Los adultos hembras maduros son más grandes que los machos. El dimorfismo sexual se expresa después de alcanzar las hembras cerca de 150 cm, el rostro de las hembras continua creciendo luego que el de los machos se detiene, llegando a ser aproximadamente 20 cm mayor. Los partos se producen entre enero y mayo.
El delfín del río Ganges sólo tiene una cría a la vez. Por lo general, madura a una edad avanzada y las hembras no son capaces de reproducirse hasta que tienen un promedio de 6 a 10 años de edad. Se reproducen de una manera similar a otros delfines, comienzan a reproducirse a inicios de año y permanecen de 10 a 12 meses esperando que nazca la cría. Después que el pequeño delfín nace, se quedará con su madre durante un año. Por lo general, será amamantado por un período de 2 meses, luego empezará a comer alimentos sólidos, aunque seguirá siendo amamantado por su madre durante ese año.
Habita en los ríos Ganges, Brahmaputra, Meghna, Karnaphuli, Sangu, sistemas ribereños de India, Bangladés, Nepal, Bhutan. Relativamente alta densidad poblacional se observan cerca del Santuario del delfín gangético Vikramshila en India y en el río Sangu en el sur de Bangladés. Muy pocos ejemplares (quizás 20) se presentan en Nepal, en el río Karnali. La población total es desconocida, pero ciertamente el número es superior a 100 e inferior a pocos miles.
El río Chambal originario en el oeste de la India se une al Ganges cerca de Allahabad. Este río tiene la población de delfín que permanece oculta a la literatura científica. Singh & Sharma (1985) estimaron la presencia de al menos 45 delfines entre Batesura (305 km aguas arriba de la confluencia del Yamuna-Chambal) y Pachhnada (total de 320 km) en el río Chambal (tributario sudoeste del sistema gangético) entre 1983-1985. Eso es una densidad observada de un adulto/6,5 km de río.
La vida de los hindúes está íntimamente ligada al Ganges. El río más sagrado de la India no sólo da agua, recursos naturales y sustento a unos 400 millones de habitantes, un tercio de la población. También es parte muy importante de la vida cultural y religiosa de los hinduistas. «Tenía que traer a mi hijo para que conociera la fuente de la vida», cuenta Dinesh Agrari, tras viajar 600 kilómetros para dar a su bebé el tradicional chapuzón a los recién nacidos en las aguas del Ganges. El ritual no termina ahí. Cada día, un sinfín de personas se reúne en los puntos considerados más importantes de la orilla para orar y lanzar sus ofrendas al agua. Los hinduistas creen que una vida está incompleta sin ir al río sagrado al menos una vez, y lo más cotizado es lanzar al cauce las cenizas o los cuerpos tras la muerte. «El Ganges, nuestra madre», dice un habitante de Haridwar. La frase se escucha una y otra vez.
El agua es desviada en cualquier punto y usada sin control para regadíos
Un número incontable de cadáveres y cenizas se lanza al río cada día.
Pero el Ganges está muriendo. Y su agonía es rápida. Es uno de los ríos más amenazados en el mundo por el cambio climático. Esto, junto a las represas y las canalizaciones para la agricultura, está disminuyendo su caudal a pasos agigantados. La contaminación industrial y de los drenajes ensucia su agua.
En las orillas del Ganges hay miles de aldeas y más de 120 ciudades asentadas, seis de más de un millón de habitantes. Entre ellas, Benarés, la ciudad más sagrada de la India. Aquí, un número incontable de cadáveres, cenizas y restos humanos y de animales se lanzan al río cada día. Miles de hinduistas tiran ofrendas de flores y velas, y durante las grandes celebraciones se llegan a arrojar estatuas de dioses. A la vez, en 32 puntos llega hasta el río el agua de los desagües de la ciudad sin tratamiento.
En el Ganges, su mayor amenaza es la fragmentación de su hábitat, por la disminución del nivel de agua por el sistema de represas y la contaminación, explica Sandeep Behera, responsable del programa de conservación del delfín de WWF. Ver delfines en el agua es sinónimo de que es potable y que la gente de la región puede beberla. Además, se sitúan en lo más alto de la cadena alimentaria del río, por lo que ayudan a mantener el equilibrio ecológico. Si desaparecen, todo quedará afectado..
Este delfín (Platanista gangética gangética) se encuentra también en el río Brahmaputra, donde ya sólo quedan unos 300, según un estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La pesca para conseguir su preciado aceite es la gran amenaza para estos cetáceos aquí, explica el líder del proyecto, Abdul Wakid. Y advierte de que su desaparición podría acelerarse gravemente de llevarse a cabo la exploración petrolera que la compañía Indian Oil quiere hacer en la zona. El uso de explosivos dañaría físicamente a los delfines y a su sistema de ecolocalización.
Según el informe de la UICN, la prospección petrolífera, que implica el uso de explosivos y armas de aire comprimido en el suelo marino del río, tiene implicaciones potencialmente desastrosas para los delfines del río del Ganges e informa que la pérdida de los delfines podría impactar en las comunidades locales que confían en el turismo que los delfines generan. La UICN señala que las comunidades implicadas en la conservación tendrán un papel crítico en salvar a los delfines en el río Brahmaputra.
El plan del gobierno indio que en 1985 intentó salvar al ‘padre de la India’ apenas surtió efecto y a no ser que se adopten medidas drásticas, en poco tiempo tramos enteros del río estará biológicamente muertos.