Francia prohíbe la cría de orcas y delfines en cautividad
Cambia la ley para proteger a los cetáceos y mejorar sus condiciones de vida.
Francia se une a Reino Unido, Suiza y Alemania en la larga lista de países sin delfinarios
Uno de los últimos decretos que habrá firmado el gobierno de François Hollande antes de dejar la presidencia de Francia será en favor de los derechos de los animales. Concretamente lo firmó el sábado 6 de mayo la Ministra de Ecología del país galo, Ségolène Royal.
El decreto tiene el objetivo de hacer más estrictas las normas para los delfinarios que hay en territorio francés. Para hacerlo, prohíbe la cría de orcas y delfines en cautividad. Además, algunos de estos cetáceos no podrán ser reemplazados cuando los que hay ahora en los parques mueran. Esto significa que será el fin programado de este tipo de parques.
El nuevo decreto cambia las reglas sobre cómo deben vivir los delfines y las orcas en cautividad
Como explica el semanario Paris Match, hay tres delfinarios en Francia y uno en la polinesia francesa. Después de este decreto, estos parques tendrán que cumplir con la nueva normativa para tener a los cetáceos. Por ejemplo, las piscinas tendrán que aumentar hasta un 150% la superficie.
El objetivo es que los animales puedan alejarse de los visitantes si estos les molestan pero que a la vez no tengan que estar cerca de otros animales, que puedan tener su espacio en la piscina donde tienen que vivir.
El decreto también prohíbe el contacto del público con los animales y las inmersiones que algunos espectadores de este tipo de espectáculos hacen en las piscinas que albergan los cetáceos. Esta nueva ley, que sustituye la que había desde 1981, también impide el uso de cloro para el agua de los estanques.
«Para asegurar la protección de las especies, mejorar su bienestar y suprimir el sufrimiento animal, queda prohibido mantener cetáceos en cautividad», expone el nuevo decreto, que no se aplicará a las orcas y delfines que ya están en acuarios debidamente autorizados. Los establecimientos tienen seis meses para adaptarse a las nuevas normas, y hasta tres años para expandir sus estanques.
Cinco asociaciones animalistas, incluyendo a One Voice y Sea Shepherd han enviado un comunicado conjunto en el que apoyan la medida. «En concreto, eso significa que se acaban los programas de reproducción, de intercambios o de importación. Sin la posibilidad de renovar los cetáceos, significará el fin de los circos marinos en nuestro territorio», han expresado.
El texto fue discutido con asociaciones de protección de la naturaleza y los animales, como WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), y se involucró también al Museo Nacional de Historia Natural. Ha sido aprobado después de un año de análisis, según el Ministerio.
Francia es el primer país de Europa en impulsar una ley de este tipo, que en principio tenía que ser menos restrictiva pero que la ministra la cambió al saber que algunos animales viven drogados en estos parques.
Esta medida ha provocado, por otro lado, el enojo del director del parque de atracciones marinas Marineland d’ Antibes (en la Costa Azul), Jon Kershaw, que la consideró como «una bomba» para este tipo de establecimientos. Marineland es el mayor delfinario de Francia y de Europa, y como otros muchos de estos establecimientos en Europa, está controlado por una multinacional española de parques temáticos.